jueves, 29 de octubre de 2015

La vida en la mirada






'No puedes verte a ti mismo. Sabes el aspecto que tienes por espejos y fotografías, pero andando por el mundo, cuando te mueves entre la gente, ya sean amigos, desconocidos o los seres que más quieres íntimamente, tu propio rostro resulta invisible para ti. Puedes ver otras partes de ti mismo, brazos y piernas, manos y pies, hombros y torso, pero solo por delante, nada por la espalda salvo la parte de atrás de las piernas si las tuerces y las pones en la posición adecuada, pero no la cara, nunca tu rostro, y en el fondo -al menos en lo que respecta a los demás- tu rostro es lo que eres, el factor esencial de tu identidad. Los pasaportes no incluyen fotografías de manos y pies. Incluso tú mismo, que ya llevas sesenta y cuatro años viviendo en el interior de tu cuerpo, probablemente serías incapaz de reconocerte el pie fotografiado aisladamente, por no hablar de la oreja, del codo, o uno de tus ojos en primer plano. Todo ello muy familiar en el contexto general, pero enteramente anónimo considerado elemento a elemento. Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quiénes somos, es solo porque vivimos dentro de la mirada de los demás.'


                                                                                                                                             Diario de invierno - Paul Auster 

miércoles, 21 de octubre de 2015

Un cuento para reflexionar



Pieter Ras


SEIS CIEGOS Y UN ELEFANTE

Esta historia relata el hecho de cómo se le pidió a seis ciegos que determinaran como era un elefante, palpando diferentes partes del cuerpo del animal y lo que sucedió.
El hombre que tocó la pata, dijo que el elefante era como un pilar. El que tocó su cola, dijo que el elefante era una cuerda. El que tocó su trompa, dijo que era como la rama de un árbol. El que tocó la oreja, dijo que era como un abanico. El que tocó su panza dijo que era como una pared… Y el que tocó el colmillo dijo que el elefante era como un tubo sólido.
Entonces, un rey les explicó.
Todos ustedes están en lo cierto. La razón por la que cada uno de ustedes esté diciendo diferentes cosas, es que cada uno tocó una parte diferente del elefante. Por lo tanto el elefante tiene todas las características que mencionaron.
Y así quedó resuelto el conflicto. La historia se utiliza para ilustrar el principio de vivir en armonía con personas que tienen un sistema de creencias diferente, y que la verdad puede ser dicha de diferentes maneras. Esto es conocido como el Esyadvada, o la teoría de las múltiples predicciones. 
Versión jainista de “Tres hombres y un elefante”, recogida de la tradición sufí.
Cuento sufí recogido por Ignacio Abella
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