sábado, 30 de marzo de 2013

Montalbano


                              Salvo Montalbano reflexiona junto al mar mediterraneo

                                    


    Por los momentos de felicidad que me regala cada Sábado,  le debía estas palabras:

"Estamos de enhorabuena, desde hace poco más de un mes, cada sábado por la noche emite la 2 de Televisión Española la serie El Comisario Montalbano basada en las historias del  autor literario Andrea Camilleri, y yo estoy literalmente enganchada. Me encanta todo, los personajes, las historias, la música y sobre todo la sencilla belleza que consigue transmitir el autor.

Cada capítulo de  El comisario Montalbano es una estupenda aproximación al discurrir cotidiano de la Sicilia contemporánea y por extensión a la cultura italiana. Temas como la corrupción, la inmigración, la explotación del más débil, el terrorismo o la delincuencia conviven con infidelidades, celos, rivalidades varias y un cierto y personal sentido del humor que hace más apasionante cada entrega,  con algunos personajes entrañables y algunos guiños del dialecto siciliano. También están presentes. inevitablemente la Mafia  unida a la historia de esta isla . Todo este cóctel unido al gran parecido que guarda el comisario con mi hermano, convierte estas  historias de Camilleri en apasionantes y muy recomendables" .


la  Belleza de la isla de Sicilia unida a
 la maravillosa música de la série.
                                   
                                           




viernes, 29 de marzo de 2013

Homenaje a José Miralles

Aunque hemos tenido que madrugar para la cita de hoy, todo compensa.
Una mañana sumergidos en el misterio de la devoción.
Asistimos puntuales al barrio del Cabanyal, dispuestos a participar por primera vez de esta tradicional  Procesión Marinera que se celebra desde 1943.
 Avanzamos en silencio por las calles,  sumergidos en un ambiente cargado de  emotividad. Soló se sienten las resonancias de los tambores. Ecos de antigüedad que acompañan los pasos de los cofrades  que avanzan en esta mañana distinta. 
El mar como fondo y destino de esta imagen que todos intentan cargar o tocar.
 Acudimos con la ilusión de acompañar a José que hoy afronta un nuevo encuentro con su memoria más emocional. Su padre participaba con gran devoción cada año de este acto. Somos muchos los que hemos descubierto ese vacío que queda cuando un padre  desaparece, y que sólo se puede llenar con su recuerdo.
 Nos unimos a esta multitud, que avanza en la mañana de este Viernes Santo donde el frío aire primaveral contiene fragancias que llegan del mar. 
Leo en su mirada la importancia de este gesto.
   Uno acaba aceptando con los años que el sufrimiento está presente en la vida de cada ser humano, como también los momentos de felicidad que estamos viviendo.  
  El trayecto es corto y muchos los dispuestos a servir de portadores voluntarios y cargar con esta pesada cruz que tantas veces llevó otro José Miralles, no hace tanto tiempo. 

Desaparece entre la multitud con su habitual audacia,  hoy adquiere un impulso casi incontrolado.  La necesidad de abrazar esa figura que tanto significado esconde. 
Jorge y Jaime le siguen con dificultad y entonces sucede lo increíble  e inesperado.
 En las lágrimas  y la emoción de mi hija entiendo que consiguió su objetivo,  y cuando ya parecía cumplida la misión,  otras manos ceden  El Cristo del Salvador a  Jorge que la sostiene incrédulo de su suerte por un momento.
 Imposible no emocionarse.
 Continuo camino del mar ahora con un nudo en la garganta y la seguridad de que aquí existe algo sagrado inexorable. 
 Hoy tengo la certeza de que alguien tenía para Jorge una labor más importante. 
Nos ha invitado a su territorio para ceder algo más que una cruz.
  
"Quería qué no acabe nunca el cariño, el amor incondicional, la palabra justa,  el buen consejo, el apoyo en los momentos duros,  y como los buenos padres,  hacerlo desde el ejemplo". 
 Sólo un padre como este, capaz de amar tanto,  elegiría de ayudante a alguien que representara tan bien el significado de la palabra bueno
                                                                                                                                         Eva













jueves, 28 de marzo de 2013

Nueva escultura de Antonia Ferrer: María Magdalena



"Un día descubrimos que el verdadero hilo que nos sostiene es muy frágil,  y en gran medida,  no depende de nosotros."













Para ver más obras de Antonia Ferrer pincha: Aquí

miércoles, 27 de marzo de 2013

Collage

Admiro profundamente a este artista del Collage,  Gustavo Aimar.  En mí modesta opinión el rey de esta técnica artística. 
Me encanta la frescura, el colorido, la original sencillez de sus cuadros y lo más importante, las historias que me cuentan.

Alguien que se define a sí mismo como:
Diseñador gráfico, con disfraz de ilustrador y caprichos de artista plástico. Amante del clavo de olor, la nuez moscada, la canela y los papeles antiguos.




"Arte para niños de 0 a 100 años"

















                                                          Artista : Gustavo  Aimar

martes, 26 de marzo de 2013

Seductora introspección


En ocasiones, raramente, solía encenderse el salón al atardecer, y el sonido del piano llenaba la casa, acogiéndome cuando yo llegaba al pie de la escalera de mármol hueca y resonante, mientras el resplandor vago de la luz que se deslizaba allá arriba en la galería, me aparecía como un cuerpo impalpable, cálido y dorado, cuya alma fuese la música.

¿Era la música? ¿Era lo inusitado? Ambas sensaciones, la de la música y la de lo inusitado, se unían dejando en mí una huella que el tiempo no ha podido borrar. Entreví entonces la existencia de una realidad diferente de la percibida a diario, y ya oscuramente sentía cómo no bastaba a esa otra realidad el ser diferente, sino que algo alado y divino debía acompañarla y aureolarla, tal el nimbo trémulo que rodea un punto luminoso.

Así, en el sueño inconsciente del alma infantil, apareció ya el poder mágico que consuela de la vida, y desde entonces así lo veo flotar ante mis ojos: tal aquel resplandor vago que yo veía dibujarse en la oscuridad, sacudiendo con su ala palpitante las notas cristalinas y puras de la melodía.

Luis Cernuda (1902-1963) Ocnos.




   El invierno ha concluido, llegan las últimas horas de confidencias junto al calor, observando de cerca la extraña vida que se agita en una llama hipnótica. 




  Se agita como despidiéndose  de  tantos bellos momentos. Aquí donde el sol descansa, después de cada día.

Este último fuego parece no querer irse,... quizá por eso quema tan lentamente. 






  El frío va alejándose y las tardes vienen demasiado iluminadas para necesitar al atardecer los elementos imprescindibles, la llama y el sonido del crepitar . 





Fue la compañía del Invierno, el vínculo con el fuego, la vuelta hacia el origen ancestral, 
y un regreso cada día a la paz,  el resplandor capaz de devolverte a tu estado natural.




 Dispuestos  a celebrar esta Semana Santa que siempre viene acompañada de viento y tiempo desapacible, como despedida de los momentos junto al fuego y este último tronco.




Comienza por atrapar la mirada y termina por quemar cualquier ansiedad. 
Un viaje hacia la experiencia de la introspección.



Imágenes:Sam Uhrdin (1886-1964)

lunes, 25 de marzo de 2013

Viaje


"Lo importante es ir superándose, aunque sólo sea un poco, con respecto al día anterior. Porque si hay un contrincante al que debes vencer en una carrera de larga distancia, ése no es otro que el tú de ayer."


Augustus Leopold Egg (1816 - 1863)

"En mi caso, la mayoría de lo que sé sobre la escritura lo he ido aprendiendo corriendo por la calle cada mañana. De un modo natural, físico y práctico. ¿En qué medida y hasta dónde debo forzarme? ¿Cuánto descanso está justificado y cuánto es excesivo? ¿Hasta dónde llega la adecuada coherencia y a partir de dónde empieza la mezquindad? ¿Cuánto debo fijarme en el paisaje exterior y cuánto concentrarme profundamente en mi interior? ¿Hasta qué punto debo creer firmemente en mi capacidad y hasta qué punto debo dudar de ella?"

De qué hablo cuando hablo de correr. Haruki Murakami.

domingo, 24 de marzo de 2013

Domingo de Ramos



Las personas especialmente dotadas para la música,  tienen a mi juicio una sensibilidad distinta, si además de ese don también poseen la habilidad de transmitir ese entusiasmo, el resultado es fantástico.
Eso me ocurre desde que encontré este blog en la red. La idea del norte, el nombre de su propietario es Mariano, aunque siempre firma con el pseudónimo  Emejota , es profesor de música. 
Los que visitáis esta casa sabéis de la importancia de compartir textos, poemas, pensamientos, arte y música. También habréis sentido el milagro que ocurre al entrar en un lugar y encontrar lo inesperado. Comienzas a leer y leer y comprendes que esas palabras te acarician el corazón, y algo igual de importante, comienzas a  conocer y entender  algo más de ...Aquí en este espacio la música y como los sentimientos se pueden escuchar . Por ese motivo yo, que soy una autentica profana en conocimientos musicales, (a pesar de los vanos esfuerzos que hizo mi abuelo Pepe en que aprendiera este arte y que sólo consiguió de mí unos meses de solfeo, y algunos disgustos cada vez que me sorprendía en la calle jugando, en mis horas de clase)
 Ahora pienso que si hubiera tenido un profesor como Mariano, seguramente no hubiera huido del Musical. Pero afortunadamente nunca es tarde. 
Menos mal que aunque fuera desde el cielo, mi abuelo pudo ver a mi hermano debutar como músico y todo lo que todos le quisimos.








"La Cantata para el domingo de Ramos “Himmelskönig, sei willkommen” (“Seas bienvenido, rey del cielo”), BWV 182, se escuchó por primera vez en Weimar el 25 de Marzo de 1714. Faltaba una década para que Bach fuera nombrado Kantor de Santo Tomás de Leipzig y comenzara ese proyecto titánico de escribir música sacra con periodicidad semanal. Aún estamos en Weimar y esta Cantata es la primera que Bach escribió tras asumir su cargo como Koncertmeister, cargo que le obligaba a escribir una obra sacra al mes. Eran tiempos más tranquilos y, quizá, el proceso compositivo se prestaba a una reflexión más sosegada. Esta obra es maravillosa. Lo es la breve introducción intrumental que abre la Cantata y lo es este coro que le sigue y que traigo al blog. Como pieza destinada para ser interpretada durante el servicio religioso del domingo de Ramos, el texto hace alusión a la entrada de Jesús en Jerusalén; no obstante, la escena del evangelio adquiere aquí un matiz metafórico, un pretexto para hacer de ella una interpretación espiritual: 
Es al corazón a donde se le da la bienvenida al Hijo de Dios."





Las obras corales que Bach compuso, casi siempre dedicadas a la iglesia, constituyen una de las partes más importantes de su obra.
Las Cantatas de una alianza de poesía y música, para dar realce a la celebración de la liturgia,  sobre todo con cantos basados en el evangelio de cada domingo.


jueves, 21 de marzo de 2013

La vaca


Elsa Beskow  1874 – 1953

las causas siempre son muy diversas, algunas veces empiezan cuando una profesora propone un nuevo ejercicio.
-Tenéis una hora de tiempo  para escribir una redacción. Esta vez no os adelanto la idea, se trata de un tema libre.

  Comienzo mordisqueando el lápiz, noto en mi boca el extraño y amargo sabor de la madera. 
Una hoja en blanco me espera. Acaricio la textura del papel recién estrenado. Siento un cosquilleo agradable en el estómago,  casi como salir de excursión pero sin moverme de esta silla. Mi mente se lanza al suave buceo de las profundidades, ese que sólo aparece en la noche en mitad de un sueño. Esta vez es distinto, no duermo. La luz y los sonidos del aula me distraen. Descubro que despierta, también puedo soñar.
Un primer intento, un segundo... ya estoy en el aire, me muevo a impulsos suaves, mis  brazos esta vez dirigen el rumbo de mis pensamientos,  directa hacia una realidad distinta.
Llego donde me gustaría estar, el vuelo me lleva a la cima de una montaña, atravieso  prados de pastos y  llego hasta donde se escucha sólo el silencio, el aire es puro. Me acuesto sobre este inmenso manto de hierba  parecida al terciopelo.   Miro a lo lejos el azul del cielo,  las nubes y los pájaros pasar; voy anotando cada detalle que encuentro, comenzando por el olfato, el más misterioso y sutil de los sentidos. Y así empieza esta, mi primera  redacción:  "Huele a hierba fresca...",  y me detengo. 
Un giro de cabeza y ahí justo a mi lado, una enorme vaca me mira atentamente sin parar de comer. Nunca la había mirado desde tan cerca.

Lo que no conocía de ella me lo cuentan sus ojos,  que me infunden confianza y bondad.   Me sorprenden  sus largas pestañas,  no me asusta su imponente tamaño, aquí junto a este animal me siento en paz.
 Le cuento que aunque muchas veces la conocí en imágenes o dibujos,  hace poco tiempo las vi por primera vez, en carne y hueso, (aunque desde la distancia), y me quedé fascinada  no sólo por su belleza, lo que creo que más me impresionó fue su libertad y ese idílico entorno donde pacen, rodeadas de lagos, bosques, lluvia,  sol y casitas de madera para refugiarse. Todo lo que necesito para mi felicidad.
Sentada hoy al sol me interroga sobre quién soy. -Me llamo Eva –le digo– y vivo muy lejos de aquí, muy cerca del mar
- Vengo a por una historia.
-¿Me podrías ayudar?
-Ven, acompáñame –me responde–.
 Seguimos el curso de un río que nace de una altísima  y estrecha cascada que mi padre la llamó "La vache qui pisse" (y ese día reímos mis hermanos y yo con la ocurrencia). Baja de la montaña, lleva un agua trasparente como el cristal. Bebo a su lado, me ayudo con las manos  que  intentan  atrapar esta agua que llega del cielo o del deshielo.  
Con el paseo nace la confianza y la vaca se deja acariciar, su piel es distinta de lo que esperaba. 
No me sorprende el reflejo en el agua de mi cara de felicidad.

Volvemos de nuevo hacia la cima, donde corre  una brisa agradable que agita mi pelo salvaje. Aquí donde el silencio se escucha y me detengo para mirar este caudal de luz nuevo, que en la distancia envuelve las cumbres en una niebla luminosa.
 Sumergida en la contemplación de la creación sublime. El infinito paisaje me hace sentir mucho más pequeña,  y en mis pensamientos prometo regresar. 
Allí en la hierba con la brisa, encontramos el lugar perfecto para conversar.
 Escucho su extraña voz,  nueva para mí.  Es suave porqué viene desde dentro.
 - Te contaré una historia –me dice– y cuando te vayas te la puedes llevar.

El timbre del recreo me devuelve a mi clase. Llevo escribiendo una hora y me parecieron unos pocos minutos. Suspiro y comprendo. El papel, repleto de palabras,  guarda una historia de mi amiga la vaca. Me levanto y lo entrego a la profesora.
En el pasillo  la madre Esperanza y la madre Superiora controlan el orden, paso por su lado casi sin respirar, esperando y rezando para que no me pregunten nada, me he metido un caramelo Sugus en la boca antes de salir de clase y aún no lo he ablandado lo suficiente para poder tragarlo.
Bajo corriendo hacía el patio para pillar antes que nadie el columpio de hierro donde me gusta subir, es perfecto para colgarme boca abajo.
 Almuerzo rápidamente y "para digerir" la comida permanezco boca abajo apurando los últimos minutos de recreo.  Esa manía de mirar la vida desde distintas ópticas me fascina,   mis amigas hablan y ríen a mi lado.  Hasta que de nuevo el frío sonido del timbre devuelve  mi cabeza a su posición "natural" sobre los hombros y  vuelvo a clase.

Han pasado muchos años desde aquel día y nunca hasta hoy volví a pensar en aquella entrañable vaca, que cambió la mirada de mi profesora  y me hizo bajar la mía con cierto apuro pudoroso en algunas ocasiones, y que hoy ha subido desde las profundidades sutilmente hasta la superficie en forma de sueño.

 Acabo de regresar de un bonito viaje a mi infancia, y me he sentado a mi lado durante una hora que se ha convertido en nada. Continúo con el agradable cosquilleo en el estómago y ahora me doy cuenta que por unos momentos yo también he mirado a los ojos de esa niña que fuí. No necesito averiguar lo que me cuentan. Se que le esperan muchas historias, que le revelarán verdades profundas. No puedo evitarle los malos momentos, ella sola descubrirá su verdad propia, tan necesaria.  Ahora aún desconocida, escondida, y antes de lo que espera, inminente. 
 Ha levantado los ojos y me mira.  
 Dejo de preocuparme. Sé donde reside su fortaleza y entusiasmo.  
Sabe y sé que los sueños más hermosos se cumplen. 
Nos despedimos con una sonrisa, vuelven las intensas emociones que viajan por dentro. Me cuesta soltar la mano que me aprieta,  pero debe regresar a su clase. 
Ahora, sigo muy ocupada aprendiendo a vivir suspendida en la cima de esa montaña.
Una es mayor pero sigue intentando crecer,  aunque 
hay días como hoy, que me gustaría colgarme boca abajo de ese columpio. 
                                                                                                                                           Eva

miércoles, 20 de marzo de 2013

Despedida de un paisaje


Después de días de celebración constante,  y de un inolvidable puente festivo.
  El fuego protagonista  de esta última noche,  que lleva por nombre  "La nit de la cremà".  Ha reducido todo a cenizas. 

 El cielo amanece con una nueva luz. Regresa el silencio y  poco a poco... lo conocido y el renacimiento.
Ya está aquí. Bienvenida.



Li Zijian


No le reprocho a la primavera
que llegue de nuevo.
No me quejo de que cumpla
como todos los años
con sus obligaciones.

Comprendo que mi tristeza
no frenará la hierba.
Si los tallos vacilan
será sólo por el viento.

No me causa dolor
que los sotos de alisos
recuperen su murmullo.

Me doy por enterada
de que, como si vivieras,
la orilla de cierto lago
es tan bella como era.

No le guardo rencor
a la vista por la vista
de una bahía deslumbrante.

Puedo incluso imaginarme
que otros, no nosotros,
estén sentados ahora mismo
sobre el abedul derribado.

Respeto su derecho
a reír, a susurrar
y a quedarse felices en silencio.

Supongo incluso
que los une el amor
y que él la abraza a ella
con brazos llenos de vida.

Algo nuevo, como un trino,
comienza a gorgotear entre los juncos.
Sinceramente les deseo
que lo escuchen.

No exijo ningún cambio
de las olas a la orilla,
ligeras o perezosas,
pero nunca obedientes.
Nada le pido
a las aguas junto al bosque,
a veces esmeralda,
a veces zafiro,
a veces negras.

Una cosa no acepto.
Volver a ese lugar.
Renuncio al privilegio
de la presencia.


Te he sobrevivido suficiente
y sólo lo suficiente
como para recordar desde lejos.


 Wislawa Szymborska
De "Fin y principio" 1993 
Versión de Gerardo Beltrán

viernes, 15 de marzo de 2013

Carta a Vincent

"- ¿Qué quieres de ese hombre? - preguntó de repente la nodriza.
- La verdad – respondió el general.
- Conoces muy bien la verdad.
- No la conozco – dijo él, en voz alta, sin preocuparse por el servicio, que había interrumpido abajo la colocación de las flores y miraba hacia arriba. Volvieron a bajar la mirada inmediatamente, con un gesto mecánico, y continuaron con sus quehaceres -. La verdad es precisamente lo que no conozco.
- Pero conoces la realidad – observó la nodriza, con un tono agudo, casi agresivo.
- La realidad no es lo mismo que la verdad -respondió el general-. La realidad son sólo detalles."
El último encuentro. Sándor Márai.

  Vincent Willem van Gogh 1853-1890



Querido Vincent

Mi padre, que es pintor de pincel fino, me enseñó desde niño que las cosas son como son, y no como quisiéramos que fuesen. La muerte, por ejemplo, es negra y obliga al luto, a los ropajes oscuros y tenebrosos. La sangre es roja, el cielo azul celeste y la hierba verde. Las espigas de un campo pueden tener una gama de tonalidades muy amplia, dependiendo de la época de la cosecha, de la luz del día y de la situación climatológica: desde el dorado hasta el verde oscuro. Los ojos de un hombre pueden ser de varios colores, pero no de cualquier color. No pueden ser -pongamos por caso- ojos, como tú se los pintaste a un zuavo, ni tener el iris verdoso, como te los coloreaste a ti mismo en un autorretrato. Mi padre me enseñó que tú no eras un artista de fiar porque no mostrabas las cosas como son realmente. Lo que tú hacías, lo podía hacer cualquiera: mezclar los colores en la paleta para pintar un cielo y pintarlo luego con cualquier mezcla que se lograra: si se obtenía algún tono de azul se pintaba azul, pero si la mezcla daba verdes se pintaba de verde. Mi padre me preguntó si yo había visto alguna vez algún cielo verde. O algunos ojos con el iris rojo. No los había visto nunca, y por eso, cuando crecí y viajé a Ámsterdam en uno de esos viajes de estudiante en los que la vida se sorbe a grandes tragos todavía, no fui al museo en el que está tu pintura, el que lleva tu nombre, sino a los lugares más sórdidos de la ciudad, que eran los que la habían hecho famosa en todo el mundo. Me alojé en un albergue cuyo bar estaba lleno de carteles que anunciaban los distintos tipos de drogas que se vendían. (…) Rondé durante horas por las calles rojas, mirando a las putas que se exhibían detrás de los escaparates en ropa interior. Yo no era muy de andar con mujeres, y aquellas, a pesar de la leyenda, eran más bien mórbidas de carnes y estaban ajadas. Pero tenía 18 ó 19 años, y a esa edad, tú lo sabes, pueden disfrutarse las cosas más pavorosas si se cree de buena fe que en ellas está la esencia misma de la vida. De modo que la última noche que pasaría en la ciudad me armé de valor, reuní todo el dinero que me quedaba para excesos y me fui en busca de una puta. Merodeé por el barrio durante más de dos horas (…) Por fin, elegí a una de las mujeres más jóvenes y me encerré con ella en una de las habitaciones altas del burdel.
No te escribo para contarte mis intimidades, querido Vincent, de modo que deberás disculparme que eluda las minuciosidades eróticas, que no fueron, por lo demás, demasiado excelentes. Pero la puta, que acabó su faena con rapidez, debió de compadecerse de mí, porque en vez de echarme del burdel enseguida, como mandan el mercantilismo y la productividad, y se tumbó a mi lado a conversar con un cigarrillo encendido. Tú sabes que los burdeles son como cátedras y que los conocimientos que se adquieren en una cama de puta son colosales, mayores que los que consiguen muchos sabios en toda una vida de estudio. La mujer, que tenía un seno fofo caído encima de mi pecho, se me quedó mirando y me dijo que era muy guapo porque tenía los ojos anaranjados. “Orange eyes” fue lo que dijo. Entonces, de repente, me acordé de mi padre y de ti, Vincent, y me entraron ganas de llorar. Torcí la cara para que la mujer no me viera, y en el ventanal, por encima de los tejados picudos, vi que el cielo verdeaba como un campo.
Al día siguiente, antes de que amaneciera, me marché de Amsterdam. Desde entonces no he sabido ya nunca de qué color eran mis ojos, ni la sangre, ni la hierba. Ni la muerte.

Luis G. Martín
Cartas a Vincent (Descubrir el Arte, marzo 2003, España)



miércoles, 13 de marzo de 2013

La luz de estos días



Una luz existe en primavera
que no está presente en ningún período del resto del año:
cuando marzo apenas ha llegado.”
Emily Dickinson



Kazuo Oga

Llega sin avisar cada tarde, a pesar de que las nubes y el viento de estos días se lo intentan impedir. Una luz increíble se filtra suavemente en casa. Viene anunciado la promesa del buen tiempo y la nueva estación que se acerca, como el frío en Invierno, o el sonido del viento cada Otoño. 
 Atraviesa cristales, despierta rincones dormidos, alegra plantas, abre de nuevo las flores que amo.
 Su reflejo en los espejos de la casa aumenta ese brillo de plata líquida y me reencuentra con la vieja foto. Brillan nuevamente los tejuelos de los libros. El color de las flores dibujadas en la vajilla,  muestran matices desconocidos. El arco iris me espera en las pequeñas copas de licor. 
 Siento una vez más esa punzada de emoción  que surge cuando recuperas los recuerdos queridos.  Miro de nuevo estos objetos olvidados que con la luz recién estrenada parecen despertar, me saludan  y ejercen en mí, un poder de fascinación. 
Nadie que ame la vida se puede sentir molesto con su presencia, 
ni  baja  persianas cuando la ve aparecer, es emocionante, porqué nos da la medida exacta del prodigio.
  Llega en silencio, me seduce para que abandone sin nostalgia las noches de invierno junto al fuego de la chimenea. Como es aún  joven, sólo puede quedarse unas horas cada día. Me acompaña en la merienda,  me cubre con una suave y cálida sensación. La recibo, dejo que se siente, que se alimente con el vapor y el aroma de este té y que descanse, mientras la observo y escribo estas palabras necesarias.
 Cuando se va descubro que con un misterioso impulso es capaz de sacudir la pereza y despertar todo lo dormido. 
   Me prepara para los días que llegan. 

 Ha empezado otra vez a refrescar,  pero yo me guardo en el bolsillo este trozo de sol  y esta melodía,  para mi sueño de esta noche,... y me quedo en silencio. 

                                                                                  Eva




Antony & the Johnsons - Everglade

lunes, 11 de marzo de 2013

Desdoblando el papel del tiempo



"Todo el mundo debería recordar la última vez que paseo de la mano de su padre".

Muñoz Molina







El tiempo lo conserva todo, pero todo se vuelve descolorido, como en las fotografías antiguas,
fijadas en placas metálicas. La luz y el paso del tiempo desgastan los detalles precisos que caracterizan
los rostros fotografiados. Hay que mirar la imagen desde distintos ángulos y buscar la luz apropiada para reconocer el rostro de la persona cuyos rasgos han
quedado fijados en el espejo ciego de la placa. De la
misma manera se desvanecen en el tiempo todos los
recuerdos humanos. Luego, en algún momento inesperado, nos llega un rayo de luz y entonces volvemos a ver el mismo rostro olvidado.
                                                                        Sándor Márai



Fragmento extraído de "El último encuentro"

domingo, 10 de marzo de 2013

Cumpleaños Laura


Recuerdo un día inolvidable en nuestra vida. Hoy se cumplen 23 años. La primavera a las puertas, olor a pólvora en la ciudad de Valencia, atascos  por las fallas recién plantadas, música de pasacalles y falleras. No podía ser de otra manera, era el día ideal para recibir a nuestro Laura que nació brillante, bellísima, enamorada de la música, buena y feliz,  e inevitablemente fallera.
Hoy toca celebrar, ¡¡¡ Feliz Cumpleaños princesa!!!




Los ojos más hermosos de mi vida


viernes, 8 de marzo de 2013

Una mujer

 
“Nací al lado de la piedra junto a la montaña, en una madrugada de primavera, cuando la tierra, después de su largo sueño, se corona nuevamente de flores. Las primeras prendas que al nacer me pusieron las hizo mi madre cantando baladas antiguas, mientras el pan casero expandía en la antigua casa su familiar perfume y mis hermanos jugaban alegremente. Me llamaron Alfonsina, nombre árabe que quiere decir dispuesta a todo”.



Heinrih Vogeler 1872-1942




Escrútame los ojos sorpréndeme la boca,
sujeta entre tus manos esta cabeza loca;
dame a beber veneno, el malvado veneno
que moja los labios a pesar de ser bueno.

Pero no me preguntes, no me preguntes nada
de por qué lloré tanto en la noche pasada;
las mujeres lloramos sin saber, porque sí.
Es esto de los llantos pasaje baladí.

Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto,
un mar un poco torpe, ligeramente oculto,
que se asoma a los ojos con bastante frecuencia
y hasta lo manejamos con una dúctil ciencia.

No preguntes amado, lo debes sospechar:
en la noche pasada no estaba quieto el mar.
Nada más. Tempestades que las trae y las lleva
un viento que nos marca cada vez costa nueva.

Sí, vanas mariposas sobre jardín de Enero,
nuestro interior es todo sin equilibrio y huero.
Luz de cristalería, fruto de carnaval
decorado en escamas de serpientes del mal.

Así somos, ¿no es cierto? Ya lo dijo el poeta:
deseamos y gustamos la miel en cada copa
y en el cerebro habemos un poquito de estopa.

Bien. No, no me preguntes. Torpeza de mujer,
capricho, amado mío, capricho debe ser.
Oh, déjame que ría. ¿No ves que tarde hermosa?
Espínate las manos y córtame una rosa.
Capricho2 -


Biografía
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