viernes, 23 de marzo de 2012

El pintor que fascinó a mi hermana

Una cámara es un aparato mecánico que recoge un momento en el tiempo pero no lo que ese momento significa, las emociones que evoca, mientras que un cuadro, por muy imperfecto que sea, es una expresión de amor, no solo una copia de algo. Charles Ryder en Brideshead Revisited, Evelyn Waugh.

El Bosco / Hieronymus van Aken / 1450 - 1516

Pintor holandés. Debe su nombre a su ciudad natal, en la que al parecer permaneció durante toda su vida. Fue hijo y nieto de pintores, por lo que su educación tuvo lugar probablemente en el taller familiar, y realizó un matrimonio ventajoso, que le permitió vivir desahogadamente, entregado a su vocación por la pintura, que le reportaría un gran éxito. No muchos años después de su muerte, personalidades como el rey Felipe II fueron coleccionistas fervorosos de sus obras, que se hallan repartidas por todo el mundo y de las que suscity circulan ado tan grandes elogios y tantos estudios críticos, vivió en unos años que, situados existe una excelente muestra en el Museo del Prado.

La expulsión del Paraíso; El carro del heno; El infierno. 1500–1502 1516
Este pintor que ha suscitado tan grandes elogios y tantos estudios críticos, vivió en unos años que, situados entre la edad Media y el Renacimiento, se hallan bajo los signos de la duda (se impugna la fe y circulan ideas nuevas) y de la angustia (alimentada entre otras cosas, por las predicciones catastróficas sobre el año1500). En su obra, este clima es evidente, y toda su visión esotérica se enmarca en los nuevos  tratados de alquimia. Su forma de considerar a los santos como seres ordinarios y  vulnerables difiere de las tradiciones del arte cristiano medieval; su insistencia en revelar el mundo interior muestra una sed de conocimientos nuevos; incluso su modo de hacer, rápido y alusivo, y la gama de tonos de sus paisajes son nuevas.


Ecce Homo 1476 o más tarde


El Bosco es de su tiempo, y a veces se adelanta a él, (no solamente prefigura a algunos paisajistas del Siglo XVII, sino al realismo); sin embargo se encuentra impregnado del universo medieval de las farsas, las brujas Atraído tanto por la visión de los castigos atroces que esperan al pecador como por las tentaciones de los placeres prohibidos el Bosco parece, a veces, rozar la locura. Detrás de las apariencias ve claramente un mundo en el que él es presa de todas las alucinaciones, de todos los sueños, de todos los deseos y de todos los terrores. Un mundo en que se materializa en unos seres compuestos, fantásticos y cargados de simbolismos a menudo sexual que anuncia ya el psicoanálisis.

El talento de Bosch es el de haber sabido sobrepasar la simple  narración de este universo para recrearlo con un realismo sorprendente; emplea un dibujo conciso y de rasgos incisivos, multiplica los centros de interés y crea la unidad de decorado y de personajes. El horizonte, colocado muy alto, permite dar gran importancia al segundo plano, al cual se enfrenta sin transición el primero. El color da vida a esta cosmogonía; su extrema ligereza preserva la transparencia del espacio sin que la gracia esté ausente del conjunto, al contrario, sobre fondos muy matizados se destacan notas de color muy vivas que crean una animación acorde con la magia de los temas.

Reino infernal
Aunque se desconoce la cronología de su producción artística, se cree que pertenecen a la primera época sus obras más convencionales, como El charlatán o La crucifixión. En el centro de su carrera se sitúan sus realizaciones más famosas, una serie de creaciones abarrotadas de figuras, completamente al margen de la iconografía de la época, ambientadas en paisajes imaginarios y repletas de elementos fantásticos y monstruosos, tales como demonios o figuras medio humanas y medio animales, que conviven con figuras diáfanas y paisajes tranquilos y encantadores.

En esta línea se sitúan los trípticos de Las tentaciones de San Antonio, El carro del heno y El jardín de las delicias, en los que más allá de la fantasía turbulenta y de la dificultosa interpretación de la simbología, triunfan una técnica excelente, fluida y pictórica, y un color brillante, en los que reside buena parte de su belleza.


Los siete pecados capitales

Después de estas obras magistrales, en las que algunos intérpretes ven la representación de la locura humana, realizó cuadros más tranquilos y positivos (El hijo pródigo), para cerrar su carrera con una serie de obras sobre la Pasión de Cristo, en las cuales la figura bondadosa del Salvador aparece rodeada de una muchedumbre de seres deformes y de rostros bestiales.
Diccionario Universal del Arte Argos-Vergara

Si queréis contemplar cualquiera de estas obras ya comentadas, a una resolución y una calidad de detalle nunca vistos debéis de probar esta magnífica herramienta. Sólo hay que ejecutar Google Earth, activar la casilla de edificios en 3D, y dirigirnos a la ubicación del Museo del Prado y hacer click en el edificio.

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