Amor a primera vista
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
Wislawa Szymborska
Wislawa Szymborska
Poema: Wislawa Szymborska
De "Fin y principio" 1993
Versión de Abel A. Murcia
¡Me ha encantado el poema! No conocía a esta autora. Es increíble la capacidad que tienen algunas personas para transformar mediante la palabra una idea en una saeta, que atraviesa todas las defensas y se te clava justo en el corazón.
ResponderEliminarBuscaré más cosa de ella.
¡Gracias por mostrarla y un feliz verano Eva!!
Que alegría verte de nuevo por aquí Inma, me encanta que te haya gustado este poema tanto como a mi. Yo he descubierto a esta escritora hace poco y me tiene fascinada, tienes toda la razón, hay personas capaces de traspasar todas tus defensas, pero esto solo ocurre cuando el corazón está preparado para recibir y sin duda tu corazón está lleno de sensibilidad, solo hay que darse una vuelta por tu blog y comprobar todo el misterio y la emoción que encierran tus hermosas puertas.
EliminarUn regalo para ti, mi descubrimiento más reciente de Wislawa Szymborska:
AUSENCIA
Faltó poco
y mi madre podría haberse casado
con el señor Zbigmiew B de Zdumska Wola.
Y si hubieran tenido una hija, no habría sido yo.
Quizás habría tenido mejor memoria para los nombres y las caras,
y para las melodías oídas una sola vez.
Habría reconocido sin problemas qué pájaro era cada cuál. Habría tenido unas notas fantásticas de
Física y de Química,
peores de Lengua,
pero habría escrito a escondidas poemas
de entrada mucho más interesantes que los míos.
Faltó poco
y mi padre podía haberse casado en ese mismo momento
con la señorita Sadwiga R. de Zakopane.
Y si hubieran tenido una hija no hubiera sido yo.
Quizás habría sido más terca en lo de salirse con la suya.
Y se habría lanzado sin temor a aguas profundas,
capaz de abandonarse a emociones gregarias.
Vista permanentemente en varios lugares al mismo tiempo,
pero rara vez entre libros,
más a menudo en la calle jugando a la pelota con los chicos.
Quizás se hubieran encontrado ambas
en la misma escuela, en la misma clase.
Pero no habrían sid o amigas, no habrían tenido ningún parentesco,
y en las fotos de grupos estarían lejos unas de otras.
Niñas, poneos ahí
- habría dicho el fotógrafo-
las más bajas delante, las más altas detrás.
Y sonreíd cuando os de la señal.
Pero contad antes
si estáis todas.
- Si señor, estamos todas.
*****
Un abrazo y feliz verano Inma.
Para Angela
ResponderEliminarTiene treinta y ocho años. Él cree que en alguna parte, por el mundo, encontrará a una mujer que, desde siempre, es su mujer. De vez en cuando lamenta que el destino se obstine en hacerle esperar, con obstinación tan descortés, pero con el tiempo ha aprendido en el asunto con gran serenidad. Casi cada día, desde hace ya años, toma la pluma y le escribe. No tiene nombre y no tiene señas para poner en los sobres, pero tiene una vida que contar. Y ¿a quién sino a ella? Él cree que cuando se encuentren será hermoso depositar en su regazo una caja de caoba repleta de cartas y decirle
- Te esperaba.
Ella abrirá la caja y lentamente, cuando quiera, leerá las cartas una a una y retrocediendo por un kilométrico hilo de tinta azul recobrará los años -los días, los instantes- que ese hombre, incluso antes de conocerla, ya le había regalado. O tal vez, más sencillamente, volcará la caja y, atónita ante aquella divertida nevada de cartas, sonreirá diciéndole a ese hombre
- Tú estás loco.
Y lo amará para siempre”.
Baricco
¡Muchas gracias Eva! Me llevo encantada tu regalo(en una primera lectura me ha dejado algo perpleja...jajaja), lo releeré y compartiré. De todas formas ya es un regalo todo tu blog.
ResponderEliminarBesos!