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| Aslán (C. S. Lewis, autor de las Crónicas de Narnia) |
Me gusta el codillo pero estoy seguro de que en mi infancia no me habría gustado nada. Sin embargo, sigue gustándome la limonada. Yo llamo a esto crecer o desarrollarse porque ahora soy más rico de lo que era: si antes sólo disfrutaba de una cosa, ahora lo hago de dos. Si tuviera que perder el gusto por la limonada para que me gustase el codillo, yo no llamaría a eso crecimiento, sino simple cambio. Ahora me gustan Tolstói y Jane Austen y Trollope, pero también los cuentos de hadas, y a eso yo le llamo crecer.
De este y otros mundos -C.S.Lewis
Me encanta C. S. Lewis.
ResponderEliminarLeyendo este texto, como si fuese un prisma, siento que su obra es un continuo crecimiento y evolución.
Según sus memorias, las que el llamó "Sorprendido por la alegría", su conversión al cristianismo ocurrió a los 30 años aprox. y de allí en adelante toda su obra se vio influenciada por ese hecho.
Una creciente espiritualidad marcó sus textos, la misma que sigue inspirando a muchos creyentes el día de hoy.
Gracias Eva, por escoger "con pinzas" este fragmento tan hermoso.
Un abrazo, amiga
Querida Clarissa, este verano está resultando mucho más intenso de lo esperado, sin apenas tiempo para dedicarlo al Blog, pero siempre me alegra recibir tus acertados comentarios y comprobar cuantas afinidades nos unen,.
EliminarA mí me ha sorprendido gratamente leer a C.S. Lewis y descubrir su sabiduría y espiritualidad, me complace mucho que te haya gustado este fragmento que he elegido.
Un fuerte abrazo, querida amiga.
Me ha gustado esa forma tuya de ver el avance de los años. Totalmente de acuerdo, me gusta el olor de las ropas planchadas, me gusta el sabor de los bizcochones caseros, me encanta disfrutar de una rebanada de pan caliente con algo de mantequilla y sigo leyendo cuentos de mitología y creencias ancestrales. Adoro a las plumas de la época victoriana: Austen, Bronté, Woolf, Whitman, Wilde, Dickens. Me gustaron siempre y aún hoy releo sus obras. Ahhh, descubrí con 18 a Shakespeare y sigo considerándolo un grandísimo. Creo que eso es crecer. Van abrazos desde la isla de volcanes silentes, Lanzarote.
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