El enamorado
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.
Me encanta Borges, aun con toda la complejidad de sus referencias, que jamás son obvias.
ResponderEliminarEste poema "El enamorado" es de su libro "Historia de la Noche" de 1977.
Tengo entendido que Borges se enamoró muchas veces, pero siempre se sintió con una imposibilidad de ser amado. Él idealizaba a su enamoradas, las consideraba únicas e inalcanzables.
Creo que fue más admirado que amado.
Eva, bellísima entrada: Borges y el autorretrato de Durero sobre un soporte inesperado; genial
Un abrazo, querida amiga
Nuevamente encantada de recibirte en mi casa. Coincidimos una vez más en preferencias.
EliminarMis primeras aproximaciones a Borges vinieron de la mano de mi hermana mayor, que siempre me contagia sus pasiones. Aunque tengo que confesarte que precisamente por su complejidad me costó llegar a él antes, en cambio con el tiempo esa misma característica es la que le hace mucho más fascinante y bello. Siempre me gustaron los retos, y sus poemas nunca me dejan indiferente.
Hasta pronto, querida amiga.