martes, 26 de junio de 2012

Cartas desde el Toruño

Hoy es un día verdaderamente especial para mí, de esos días donde reside el tesoro que estás buscando, ha llegado abundante,  por sorpresa,  cargado de emociones y agradecimientos.
 En mi correo de la mañana,  mensajes  de felicitación de personas entrañables que me regalan cada día su tiempo y su amistad con generosidad, entre ellos, mis tres hermanos. Su presencia, su firme lealtad, su apoyo constante en mi vida son una de mis mayores bendiciones, el lugar al que pertenezco. Si alguien ha dicho alguna vez que las personas son insustituibles, debería conocer a mis hermanos.


"En lo que a mí respecta, yo no sé de otra cosa más que de milagros"
                                                                                  Walt Whitman


Elogios para mi hermana
Wislawa Szymborska

Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto se ponga a escribir poemas.
Le viene de mi madre, que no escribió poemas,
y de su padre, que tampoco escribió poemas.
Me siento a salvo bajo el techo de mi hermana:
nada pondrá al esposo de mi hermana a escribir poemas.
Y aunque la cosa suena a poema de Adam Macedonski,
a ninguno de mis parientes le da por escribir poemas.

En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos
ni poemas nuevos en su bolsa.
Y cuando mi hermana me invita a comer,
sé que no es con la intención de leerme poemas.
Cocina sopas soberbias con facilidad,
y su café no se derrama sobre manuscritos.

En muchas familias nadie escribe poemas,
pero cuando no es así, rara vez es uno solo.
A veces la poesía fluye en cascadas de generaciones,
lo cual instala temibles remolinos en las relaciones familiares.

Mi hermana cultiva una decente prosa hablada,
toda su producción literaria está en tarjetas postales
que prometen lo mismo cada año:
que cuando vuelva,
nos va a contar todo,
todo,
todo.

(Poesía no completa, de Wislawa Szymborska
Edición y Traducción: Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia)




                                 A veces la poesía fluye en cascadas de generaciones...


Siempre serás feliz.  Como papá, llevas la alegría dentro y, también como él, el don y el privilegio de contagiarla. Estaría muy orgulloso de leerte.

       Hay quienes  buscan la felicidad en cosas externas; tú, desde muy pequeña, intuiste que estaba adentro;  aunque no tuviste que esforzarte demasiado porque surgía de ti.

      ¿Sabes?, Laura dice que su padre y tú sois las mejores personas que conoce? No puedo sentir celos… me envuelvo de maravillas.

      Gracias por regalarnos estas sencillas pero insuperables lecciones de vida, estos lienzos pintados con palabras. No te detengas. Te necesitamos.
 Ah! …  y mi cisne, en unas pocas ocasiones, también fue tuyo… ¿no?
                                           Pepita.



Muchos momentos de felicidad, de risas, inolvidables, de esos que quedan bien impresos en el corazón y que ahora gracias a ti recordamos,  para las personas que más queremos. Afortunadamente aún estarás presente en nuestra próxima historia  en este hermoso espectáculo celeste que se prolonga.
                                         
                                        Antone



Leyéndote uno recupera la memoria, no sólo de lo vivido sino de todo lo que está por vivir. Por eso creo que es sano leerte. Yo, además, como lo disfruto cual soplo de aire fresco, siempre espero más.

P.D.: Quienes siempre supimos que eras buena aún no sabíamos lo buena que eras.
                                       Toni



Collage y Texto: Eva
Poema: Wislawa Szymborska
Si quieres conocer  la biografía y obra de  pulsa aquí : http://amediavoz.com/szymborska.htm

2 comentarios:

  1. Preciosa entrada sobre el amor entre hermanos.
    El poema de Wislawa Szymborska, Excelente como casi toda la obra de esta poetisa.

    un abrazo

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    Respuestas
    1. Gracias Francisco por tus palabras, a mí también me apasiona esta autora, y este poema es uno de mis favoritos, me encanta.
      Un abrazo.

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