Ayer antes de anochecer subí a la terraza a contemplar una vez más la belleza del crepúsculo. La luz era distinta, el horizonte aparecía encendido, cargado, espeso, como en el último palpitar de la naturaleza, envuelto en un resplandor extraño, sin duda la luz que debe predecir las catástrofes de la tierra.
La adversidad y el azar visitan esta vez el interior de Valencia, municipios rodeados del encanto originario de una frondosa vegetación, donde ahora la gente debe abandonar sus hogares y sus tierras, en mitad del humo y las llamas, con el temor a perder todo lo que han conseguido, el desconsuelo y la incertidumbre.
El fuego en Valencia deja de ser objeto de fiesta y adoración y se convierte en un poderoso enemigo, implacable, que avanza como un gigante hambriento, devorando voraz inocentes e indefensos árboles cargados de historias y vida, refugio de tantos animalitos.
Regreso al interior de mi casa con intención de cerrar las ventanas. El viento cómplice , esparce las cenizas que ahora cubren todo. Árboles convertidos en polvo volátil que se dispersa y termina depositándose sobre tejados y calles, lejos de sus raices. Mis plantas envueltas en una fina capa sombría.
Los habitantes de los pueblos vecinos aparecen en las noticias desolados, desubicados, preguntándose: ¿Qué encontraran cuando regresen a sus casas? Siento impotencia y una gran tristeza por ellos.
Al cerrar la última ventana recorro con los dedos las partículas de ceniza y pienso en el árbol que fue .
Texto: Eva Ferrer
Que tragedia. me acabo de enterar del gran incendio cerca de Valencia, miles de hectáreas arrasadas por el fuego, ocasionando un desastre ecológico, muchas personas evacuadas.
ResponderEliminarOjalá que pueda contenerse pronto.
Abrazo amiga
Ha sido mucho peor de lo esperado, llevamos varios días envueltos en una bruma con olor a quemado que ya ha llegado hasta el mar, menos mal que el viento de levante y las temperaturas, un poco más bajas, están ayudando a reducirlo.
EliminarEl peor desde los últimos veinte años.
Un abrazo amigo.
Siempre es muy terrible la acción descontrolada del fuego. Más triste aún es que en la mayoría de los casos, se debe a acciones descuidadas; falta de una actitud prevencionista y escasa conciencia ecológica.
ResponderEliminarRealmente,lamentable.
Un abrazo, querida amiga
En ésta ocasión todo indica que se ha producido de forma accidental, pero lamentablemente, hay veces qué las circunstancias parecen aliarse.
EliminarEn estos malos momentos muchos jóvenes voluntarios de la Cruz Roja, han dado una enorme lección de solidaridad.
Algunas veces, de grandes males extraemos grandes lecciones.
Un abrazo,querida amiga.