Ábrete Sésamo
Sonreía Sherezade
y sus dientes,
como filas de perlas
como blanco granizo
como flores centelleaban al sol.
Por la grandeza de Alá
y en su boca
las más bellas fábulas
cobraban vida
para el Rey.
Comenzó así,
la bella a relatar de
Alí Babá y los cuarenta ladrones
Ábrete Sésamo,
Alí Babá había seguido a escondidas
como una sombra,
a una banda de ladrones.
Caminaban por el bosque en fila india,
llegaron a la entrada de una gran caverna
escondida entre los arbustos
cuando su jefe, imperioso, ordenó:
"Sésamo, ábrete".
La roca giró sobre su eje
y como una puerta, se abrió.
Monedas de oro, piedras preciosas,
sables centelleantes
y alfombras de Bujara.
Orzas de vino preciado
vasos llenos de luces lunares
que iluminaban todo para placer de los ojos.
Cuando los ladrones huyeron al galope
y ya estaban muy lejos
Alí Babá se armó de valor.
Palpitaba su corazón como mil caballos,
asustado y temblando repitió la fórmula mágica:
"Sésamo, ábrete"
La roca giró sobre su eje,
u como una puerta se abrió.
En tal punto, ya de día Sherezade se detuvo
y el cuento se acabó.
Franco Battiato
Cuando los ladrones huyeron al galope
y ya estaban muy lejos
Alí Babá se armó de valor.
Palpitaba su corazón como mil caballos,
asustado y temblando repitió la fórmula mágica:
"Sésamo, ábrete"
La roca giró sobre su eje,
u como una puerta se abrió.
En tal punto, ya de día Sherezade se detuvo
y el cuento se acabó.
Franco Battiato
Tal vez sean necesarias esas piedras para que reaccionemos y no quedemos amodorrados.
ResponderEliminarCariños