lunes, 5 de mayo de 2014

Clarissa


Cuando el tiempo ya es ido

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.
Fina García Marruz



David Brayne


Cuando menos lo esperaba he recibido la noticia de la muerte de mi querida Clarissa.
 Hacía un año que había interrumpido su blog, Con Claridad, y los que la seguimos lo entendimos como pausa temporal.  Ando desde entonces extraviada, intentando asimilar.

 Esperaba su regreso y creo que lo haré por mucho tiempo.
 Su perdida me ha afectado profundamente como estoy segura que debe haberles ocurrido a todos los que recibimos el valioso regalo de su amistad.
Es curioso: desconocer el color de unos ojos, de un pelo y estar segura del destello y la enorme calidez de una mirada.
Pronto entendí que no era una persona común. 
Poseía los dones que más valoro en un ser humano: sabiduría, ternura, sencillez, calidez, humanidad. 
Siempre he pensado que cada una de las personas que pasan por nuestra vida, en mayor o menor medida,  cuando un día desaparecen nos dejan algo esencial. Pero algunas tienen una virtud que las distingue del resto,   junto a ellas nunca paras de crecer. 
Con Clarissa he sentido algo mucho más poderoso que la presencia física, a través de sus palabras fue llegando poco a poco al fondo de mi corazón. 
 A ella le debo ante todo la fuerza de su impulso,  perder el miedo que me provocaba escribir, hacer públicos mis pensamientos.
Jugábamos a compartir un té en la distancia. Temuco dejó de ser un lugar desconocido en el mundo. Hablábamos de lugares distintos y comunes, de poesía.
  Me iniciaba y sugería lecturas y autores, pintores, música... Y yo disfrutaba del privilegio y la grandeza de su magisterio cada día, corregía mis errores, se alegraba de mis aciertos, llenaba de luz cada oscuridad, y todo lo hacía siempre con una infinita delicadeza. Allí estaba siempre dispuesta a compartir, aconsejar, aliviar y yo sentía que nuestras almas sondeaban idénticos abismos.
 Mientras yo intentaba dormir en mitad de una cálida noche de verano ella me hablaba de la intensidad del frío y el viento, y así soñando con esas lejanas y frías tierras me dormía como cuando era una niña.
Si era yo la que describía el sonido y la fuerza del viento tras los cristales me reconfortaba leer sobre la belleza de las flores y disfrutaba contemplando las imágenes que siempre elegía con un gusto exquisito. 
La luna iba cada noche hasta Chile y después regresaba hasta aquí para que ambas la admiráramos. 
Las nubes nos visitaban, se fundían, se evaporaban y ahora curiosamente siento que la sostienen. 
 Me gusta pensar que desde allí nos observa.  
A su blog, y a sus mensajes privados y públicos que guardo como un tesoro, continuaré acudiendo a resolver las incógnitas y en busca de las valiosas respuestas que por todas partes nos ha dejado. 
Querida amiga, gracias por tanto. Hoy más que nunca entendí verdaderamente el significado de la frase que inicia tu blog:

"Nadie enciende una luz, para después cubrirla" Lucas 8:13

He rescatado el último mensaje que recibí de ella pocos días antes de fallecer y que ahora hago mío y lanzo para que el viento lo lleve a su dueña donde quiera que se encuentre:

"Gracias por tu amistad y todo el amor que compartes tan generosamente.
Que la bendición de Dios Todopoderoso te acompañe en todo momento y también a tu familia"


Un gran abrazo 


Desde que inicié este misterioso y fascinante mundo blogger he tenido la suerte de conocer blogs (personas) muy interesantes que con el tiempo se han hecho necesarias en mis lecturas diarias. Hoy quiero dedicar este post a algunas de esas almas que  en mi camino se han vuelto imprescindibles por todo lo que me hacen crecer: Francisco Méndez, Inma Valderas, Enrique de la Peña, Ilona,  Ana Domínguez y por supuesto a mis queridos hermanos.  Gracias. 

2 comentarios:

  1. Eva:


    Estupendo homenaje has hecho a Clarissa, lo mismo nunca la vi físicamente, pero estoy totalmente de acuerdo contigo, una gran persona llena de bondad, ternura y una sabiduría muy grande, me dio consejos cada vez que los necesité, la extrañare mucho.

    En este mundo blogger he conocido a muchos amigos, muchos han abandonado sus blogs, también he pensado en desistir, pero el contacto y lo que aprendo me han hecho seguir.

    Gracias Eva por incluirme entre tus amigos, también yo te considero una amiga, cuando no publicas te echo de menos.

    Un abrazo amiga.

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  2. Querida Eva, tan desaparecida estoy que no había leído tu conmovedora dedicatoria. Gracias por incluirme. Esta mañana me he dedicado a repasar las últimas entradas de tu blog, que no había leído porque llevo meses sin ser yo. Ahora, estoy volviendo a mí misma y he querido visitarte. También tú eres para mí una de esas personas hermosas que la vida te pone en el camino. Un abrazo fuerte.

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