“-Hay tantas cosas que suceden y uno no se explica... quizás es porque no tienen, simplemente, explicación. Cuando trabajaba en los caminos, una vez debí atravesar unas montañas guiado por topiles, que así se llama a los guías. Entonces me caí de la mula y se me rompió un diente; me salió mucha sangre; yo quise seguir caminando, pero los guías me lo impidieron, me hicieron a un lado del camino y al ver que yo no tenía intención de quedarme, sencillamente me amarraron y me dejaron allí, solo. Casi era de noche, pero allí me dejaron, en ese camino que atraviesa las montañas. Me dijeron que el alma se me había escapado por la sangre, que tenía que esperar a que amaneciera para que, con luz, el alma me encontrara, porque no podría verme de noche si seguía. Y yo no debía moverme, allí debía esperar, que no querían gente sin alma cruzando esas montañas..."
Juan Rulfo
Así debí de andar yo ayer por el mundo, sin alma. Intentando evitar cualquier pensamiento de nostalgia que me recordara la imagen de mi padre, sólo una leve mención, tímida, sin profundidad. Pero como dice el escritor "-Hay tantas cosas que suceden y uno no se explica... quizás es porque no tienen simplemente, explicación.
Por eso debió de ocurrir que al final de ese día sin alma, cuando una fascinante luna traspasaba el visillo. Ya tarde.., muy tarde. Cuando todos duermen, justo en ese momento cuando más me gusta escribir. Mientras escuchaba la voz de Eva Cassidy, aparece inesperada tu imagen en la pantalla, una de tus nietas, heredera de tu sensibilidad ha subido la fotografía a su facebook y una dedicatoria preciosa. Tus otros nietos completan el homenaje con sus mensajes desde el corazón. Las lágrimas acuden demasiado rápido a mis ojos y entonces comprendo que este si es un verdadero cumpleaños sorpresa y seguro que debes estar muy feliz. Disculpa mi cobardía, escucha la canción que te dediqué.
I miss you most of all,
my darling,
When autumn leaves
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