Qué sabés? ¿Qué podés saber, vos? Estás ahí en tu pieza, viviendo y cocinando y leyendo la enciclopedia autodidáctica, y de noche vas al circo, y entonces te parece que solamente estás ahí en donde estás. ¿Nunca te fijaste en los picaportes de las puertas, en los botones de metal, en los pedacitos de vidrio?
-Sí, a veces me fijo -dijo Talita.
-Sí te fijaras bien verías que por todos lados, donde menos se sospecha, hay imágenes que copian todos tus movimientos. Yo soy muy sensible a esas idioteces, creeme.
(Cap. 41)Rayuela- Julio Cortázar-
Kiyo Tanaka |
...Y si hablamos de las cucharas brillantes. De ambos lados de una cuchara. La parte convexa sigue siendo mi favorita, nunca me puedo resistir, y cuando menos informal es la mesa donde me siento y más reluce el acero, más me divierto con el reflejo y la distorsión de mi rostro que aparece boca arriba, con la cabeza colgando, con aspecto de globo y una gran nariz. Lastima que en esos momentos generalmente haya que fingir decoro y sólo puedo aprovechar cualquier despistea mi alrededor para atender esta bendita idiotez, que(entre otras muchas) siempre me hace sonreír.
Eva
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