viernes, 14 de diciembre de 2012

Una canción en la tormenta

Mientras el mar de la desesperanza nos azota. Nos invaden las malas y angustiosas noticias. Inmersos en la cruda realidad con la que convivimos cada día.
 Disculpen mi espíritu  optimista, no pretendo ofender. Sólo continuo buscando los rincones donde se refugia la ilusión y la armonía tan necesarias: una canción, un libro, un poema, un dibujo, una fotografía, un beso,  un café, el silencio. Nunca me fallan y me entusiasma solo pensar que alguien le guste compartir mis gustos y  pensamientos durante un momento del día, agradezco de corazón todos las palabras amables que cada día llegan a mi correo. Os debo mucho, entre otras cosas, voy perdiendo el miedo al abismo que supone expresar mis emociones de una forma pública, he descubierto que es una excelente oportunidad de compartir amor.
 Quizá sea producto de esta genética, reconozco que siempre emerge mi naturaleza romántica y soñadora,  intento dibujar un mundo más armonioso, menos cruel que el que nos ha tocado vivir.


Anton Otto Fischer 1882-1962



Una canción en la tormenta  


Asegúrate bien de que a tu lado peleen
los océanos eternos, aunque esta noche
el viento en contra y las mareas
nos hagan su juguete.
A fuerza de tiempo, no de guerra,
en medio del peligro nos guiamos:
Sea bienvenida entonces la descortesía del Destino
dondequiera que aparezca
            en todo tiempo de angustia y también
 en el de nuestra salvación,
            el juego vence siempre al jugador
  y el barco a su tripulación.

De la niebla salen rumbo a la tiniebla
las olas que brillan y se encrespan.
Casi estas aguas sin conciencia se comportan
como si tuviesen alma
casi como si hubieran pactado sumergir
nuestra bandera debajo de sus aguas verdes:
sea bienvenida entonces la descortesía del Destino
dondequiera que pueda verse, etc.

Asegúrate bien, a pesar de que las olas y el viento
en reserva guardan ráfagas aún más poderosas,
que los que cumplimos las guardias asignadas
ni por un instante descuidemos la vigilancia.
Y mientras nuestra proa flotando rechaza
cada carrera frustrada de las olas,
canta, sea bienvenida la descortesía del Destino
dondequiera que se desvele, etc.

No importa que sea barrida la cubierta
y se rompan la arboladura, el maderamen-
de cualquier pérdida podremos sacar provecho
salvo de la pérdida del regreso.
Por eso, entre estos Diablos y nuestra astucia
deja que la cortesía de las trompetas suene,
y que sea bienvenida la descortesía del Destino,
dondequiera que se encuentre, etc.

Asegúrate bien, aunque en poder nuestro
nada quede para dar
salvo sitio y fecha para encontrar el fin,
y deja de esforzarte por vivir,
que hasta que éstos se disuelvan, nuestra Orden se mantiene,
nuestro Servicio aquí nos ata.
Sea bienvenida entonces la descortesía del Destino,
dondequiera que aparezca,
            en todo tiempo de angustia y también
            en el de nuestro triunfo,
            el juego vence siempre al jugador
            y el barco a su tripulación.

           Joseph Rudyard Kipling

              (Versión de Luis Cremades)


 Rudyard Kipling, poeta y novelista inglés nacido en Bombay, India, en 1865.Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1907. Falleció en enero de 1936.

2 comentarios:

  1. Eva : Me gusta mucho Rudyard Kipling, actualmente se le lee poco pero algunos de sus poemas y novelas, son magistrales. Abrazo amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu visita y por compartir conmigo el amor a la poesía, tienes razón actualmente buscamos autores que nos aporten frescura y novedad pero cuando te detienes en la lectura de cualquier autor clásico de la grandeza de Rudyard Kipling comprendes por qué sus obras conquistaron la inmortalidad .
      Un abrazo, querido amigo.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...