sábado, 7 de abril de 2012

María José



Se necesita un amigo

No es necesario que sea hombre,
basta que sea humano,
basta que tenga sentimientos,
basta que tenga corazón.

Se necesita que sepa hablar y callar,
sobre todo que sepa escuchar.

Tiene que gustar de la poesía,
de la madrugada, de los pájaros, del Sol,
de la Luna, del canto, de los vientos
y de las canciones de la brisa.

Debe tener amor, un gran amor por alguien,
o sentir entonces, la falta de no tener ese amor.
Debe amar al prójimo y respetar el dolor que
los peregrinos llevan consigo.
Debe guardar el secreto sin sacrificio.
Debe hablar siempre de frente y
no traicionar con mentiras o deslealtades.

No debe tener miedo de enfrentar nuestra mirada.
No es necesario que sea de primera mano,
ni es imprescindible que sea de segunda mano.
Puede haber sido engañado,
pues todos los amigos son engañados.
No es necesario que sea puro,
ni que sea totalmente impuro,
pero no debe ser vulgar.

Debe tener un ideal, y miedo de perderlo,
y en caso de no ser así,
debe sentir el gran vacío que esto deja.
Tiene que tener resonancias humanas,
su principal objetivo debe ser el del amigo.
Debe sentir pena por las personas tristes
y comprender el inmenso vacío de los solitarios.
Se busca un amigo para gustar
de los mismos gustos,
que se conmueva cuando es tratado de amigo.

Que sepa conversar de cosas simples,
de lloviznas y de grandes lluvias y
de los recuerdos de la infancia.
Se precisa un amigo para no enloquecer,
para contar lo que se vio de bello y
de triste durante el día, de los anhelos
y de las realizaciones, de los sueños y de la realidad.

Debe gustar de las calles desiertas,
de los charcos de agua y los caminos mojados,
del borde de la calle, del bosque después de la lluvia,
de acostarse en el pasto.
Se precisa un amigo que diga que vale la pena vivir,
no porque la vida es bella, sino porque estamos juntos.

Se necesita un amigo para dejar de llorar.
Para no vivir de cara al pasado,
en busca de memorias perdidas.
Que nos palmee los hombros,
sonriendo o llorando,
pero que nos llame amigo,
para tener la conciencia de que aún estamos vivos.

                                                Vinicius de Moraes

2 comentarios:

  1. Sin duda un amigo es un regalo del cielo.
    Por sobre todas las cosas "Se precisa un amigo que diga que vale la pena vivir" cada momento.

    "amigo hay más unido que un hermano” dice el libro de Proverbios

    Un abrazo, querida amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo me siento muy agradecida. Mis hijas que se han convertido con el tiempo en hijas-amigas, Mis hermanos son desde siempre mis hermanos-amigos, una "singular" madre-amiga y mi querida María José que es una verdadera amiga-hermana. El tiempo ahonda las diferencias o las mitiga, en nuestro caso ha estrechado los lazos que siempre nos han unido.
      La palabra precisa, el amor incondicional.
      Lejos o cerca permanecemos aferrados por medio de un hilo invisible que me transmite fuerza.
      Un abrazo a ti también, amiga

      Eliminar

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