martes, 25 de septiembre de 2012

Últimos días de verano

"En las noches azules de verano,
 iré por los senderos, salpicados de maíz,
 pisaré la fina hierba...
No hablaré, no pensaré en nada...e iré lejos,
 muy lejos, como un gitano, por la naturaleza..."
 Rimbaud


         -No se donde se detuvo.  ¿Qué le impide al otoño llegar hasta aquí este año?¿donde se esconde la lluvia que tanto anhelo?, aún disfrutamos de días cálidos, lo suficientemente soleados como para hacernos pensar que verano aún permanece. Habrá que culpabilizar al sol que se prendó en esta tierra.
  Mi espíritu añora el  refugio de una colcha, la chimenea encendida y las noches de tormenta junto a un fuego. Mientras se demoran esos momentos,  intento encontrar las ventajas.
 Los paseos por la playa y el campo,  siguen siendo un verdadero placer.
Los pájaros impacientes y huyendo de la estación que adoro,  se adelantaron, migraron a tierras lejos de aquí,  y ya no se escucha su canto cuando amanece.
 En el cielo persiste un azul intenso que invita a disfrutar del aire puro.


Existe un camino a poca distancia de donde vivo, lo visitamos cada vez más a menudo con el propósito de alegrar los pequeños e inquietos corazoncitos de nuestros perros. Un camino de uso agrícola, que ocasionalmente atraviesa algún labrador.
Mucho mejor llegar hasta allí en coche,  dejarlo  bajo la sombra de algún árbol  y comenzar el paseo donde el asfalto se conviente en camino de tierra y hierba.
 A ambos lados los huertos de naranjos, Olivos, y Caquis, conviven en  perfecta armonía, se suceden de forma ordenada alternando tonalidades luminosas de un mismo color.
 Un riachuelo acompaña nuestros pasos, su sonido refresca y aumenta la calma que sólo rompen las carreras de mis perros,  entusiasmados en explorar olores distintos. Nosotros andamos despacio, con cuidado de no ofender ni interrumpir la vida de los diminutos seres que habitan este lugar. En pocos metros te sumerges en una confortable ausencia, y dentro de esa dimensión se desvanecen las prioridades que rigen el mundo donde habitamos,  para bucear en un universo fascinante donde residen libélulas de colores fascinantes, mariposas increíbles, hormigas y abejas laboriosas, gran variedad de florecillas silvestres, árboles magníficos y regios , caracoles y arañas pacientes,  liebres,... y algunos animalitos más que presiento y aún no se dejan ver.
Aquí donde se encierran tantos mundos secretos, retomo el placer de contemplar el hermoso y complejo espectáculo que la vida nos ofrece.

Es necesario detenerse.Un descanso en el camino y los pies se descalzan para sumergirse en el agua fresca. Al calor del día las libélulas impregnan este espacio de magia.  Observo su vuelo veloz, la curiosa habilidad que poseen ,el poder volar hacia arriba, hacia abajo, detenerse súbitamente,  quedar extrañamente suspendidas en el aire, impulsarse hacia delante, hacia atrás, hacia un lado y el opuesto. Han pasado un tiempo  de su corto ciclo de vida dedicadas al crecimiento y el aprendizaje, viviendo junto al agua o sumergidas, carentes del privilégio de volar y desposeídas de esas alas mágicas de brillo transparente. Su apariencia era muy distinta. Similar a cualquier insecto común. Entonces eran simples ninfas y estaban al acecho de cualquier astuta araña con malevolas pretensiones de atraparlas en su tela, envolverlas,  devorarlas lentamente, hasta hacerlas desaparecer, ahora superados los peligros y la prueba más difícil, la supervivencia. Ha llegado su recompensa, les crecen las alas, despegan, y comprueban que se sienten hermosas y libres. Con la altura del vuelo,todo se ve de modo distinto y por eso bailan alegres y celebran las horas de plenitud con agradecimiento.Es normal que intenten captar nuestra atención, y coquetas lucir sus dones.¡ Como disfrutan el momento!. Es curioso, en el fondo no somos tan distintos, detrás de cualquier época difícil, con esfuerzo, llega un día la recompensa .


Un enorme caracol regresa desde ¿..?,- Llega solitario, acaba de alcanzar la fina línea de  hierba que  divide en dos el camino. Aquí puede descansar e incluso comer algo, por el ritmo que usa me imagino que pretende alcanzar la zona húmeda antes que caiga la noche. Su familia se alegrará de volver a verlo,  sólo emprendió la aventura de su viaje por explorar parte de este universo desconocido,  intentando satisfacer su curiosidad. Ha degustado nuevos y desconocidos sabores de hierbas lejanas, y vivido sus experiencias, su casa ha crecido durante el trayecto. Regresa a su Itaca cargado de aventuras que contar. No somos tan distintos.

Vuelvo a calzarme y me refugio del sol a la sombra de una higuera, como de sus frutos, mis favoritos entre todos los sabores. Desde pequeña asocio el verano con el mar y el sabor de los higos y mi hija pequeña heredó esta dulce afición. Este instante lo comparto desde la distancia con ella.

Llegamos hasta donde ya aprendieron los perros a detenerse, esperan la recompensa al "buén comportamiento" -¿creerán acaso qué esto es portarse bién?- Aquí están, hay que mirar hacia arriba, donde comienza el cielo. El rincón donde habitan imponentes  álamos, ocho magestuosos árboles que coronan el fin del camino, sorprende  su belleza, su altura y la corpulencia de sus raíces que con los años y la corriente del río salieron a la superficie . Nos desvelan parte de su sabiduría y de ese misterio que nos fascina. ¿Qué fuerza les impulsa a sumergirse en las profundidades de la tierra?, conocer  secretos de sus profundidades , o simplemente   buscar la oscuridad que los alimenta. Sin duda desde el privilégio de su magnífica estatura conocen histórias increibles. Han presenciado amaneceres desde el mar y los crepúsculos más  irreales. Arcoiris despues de la llúvia y lunas  flotando en la oscuridad. Conocieron antepasados lejanos y personas que aún un día muy distante hasta aquí llegarán. Dueños del pasado y el futuro.
 El zumbido de las chicharras y  por momentos el viento que agita estas ligeras hojas y nuestro pelo. Compartimos mucho más que un espacio físico, ahora hasta una vida nueva lejos de nuestras hijas. 
 "De tu mano, en este rincón donde todo está en calma junto a estos poderosos  gigantes y donde el horizonte en la distancia recorta una cara lejana. Si nos quedamos quietos, algo nos atraviesa por dentro."  


























Texto: Eva Ferrer
Imágenes: Camí Hort del Alemá- Eva

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