sábado, 16 de febrero de 2013

El vestido de la novia


Friedrich Paul Thumann 1834-1908

 Me encuentro metida en los preparativos de una boda: Mi hija mayor se casa.  La fecha se acerca y viene  acompañada de muchos detalles que resolver.
 Acudimos temprano a  su nueva casa, donde mi madre y yo caminamos tras ella, que abre las puertas y nos muestra las habitaciones recién pintadas. Ya comienzo a familiarizarme con estos nuevos espacios de tanta luz,  donde un día espero contar mucho cuentos a algún pequeño con quien ya sueño jugar.
Tomamos un café y compartimos un croissant recién hecho, percibo la importancia que encierra este encuentro. 
Parece haberse esfumado el frío viento que nos ha acompañado en los últimos días. Caminando juntas por la ciudad, en un día revestido de un brillo especial para el recuerdo.  Este paseo adquiere hoy una importancia distinta, nos dirigimos hacia el lugar donde nos espera "el vestido de una novia". 
 Algunas horas ejerciendo de consejera, espectadora, fotógrafa, madre e hija. Esperando la imagen distinta que aparece cada vez tras la pesada cortina,   lo más parecido siempre a una preciosa princesa,   rodeada de mujeres que sostienen con delicadeza las colas de estos hermosos vestidos  mientras ella busca mi  mirada y la de su abuela. Me parece que no ha perdido un ápice de la niña coqueta, juguetona, inocente y bonita que no hace mucho se disfrazaba de maga, payaso, bruja o peluquera. Disfruto viéndola bailar dentro de esa larga enagua de tul, le divierte hacerla girar cada vez que nos quedamos solas, la imagen de la felicidad ante el espejo.
 Aquí entiendo que existe algo inexplicable que parece enlazar el hilo de la vida, mi madre recuerda su vestido y yo por un momento pienso en el mío, y hablamos de todos los que juntas elegimos para las mujeres de la familia, porque sabemos que este no será como los demás,  lo recordaremos toda la vida.
 Regreso a casa satisfecha de encontrar mucho más de lo que íbamos buscando.  Jorge escucha los detalles del vestido y del día, después reflexiona y añade: - Ves cariño, " La vida en el fondo no cambia tanto como creímos". 
                                                               
                                        Eva


                                                                                                                                                                                      

2 comentarios:

  1. ¡Felicidades, querida Eva!
    Qué hermosa etapa estás viviendo.

    Es verdad, hay momentos que quedan grabados en la memoria del corazón y jamás se van.

    Un gran abrazo

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    Respuestas
    1. Por suerte vuelve a visitarnos la primavera, y esta vez viene distinta, nos pilla más maduros para poderla saborear. Posiblemente por ese motivo tuve la necesidad urgente de anotar estas impresiones, quería guardar en mi alma parte de estos momentos.
      Gracias por tus palabras, querida amiga.

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