Mi padre dejando huella |
Mi aventura en este océano del ciberespacio me lleva hoy en mi imprevisible destino a un nuevo puerto. Es extraño. Me he acercado hasta aquí como hago habitualmente, dejando que el azar y el viento me guíen. Pero sospecho que en este lugar reside algo distinto. Me sorprende la entrada que acoge al invitado. No es como las que he fondeado hasta el momento y pronto descubro la diferencia. Las palabras de bienvenida no las escribe el dueño de la casa, sino su familia, en su nombre.
Es curioso que a estas alturas de la vida me siga impresionando por cosas como esta, pero compruebo por el humedecimiento de mis ojos que sigue siendo así.
Quizá porque pertenezco y comienzo a entender el mundo de un blog, y lo que nos lleva hasta aquí, este lugar donde rescatamos palabras y obras que nos emocionaron, acumulamos historias personales y dejamos impresa parte de nuestra existencia, y como dice el poeta:
"La poesía que busco es como un diario en donde no hay proyecto ni medida"
Presiento inquietudes y alma en cada espacio que visito. Pero sinceramente nunca me detuve a pensar que ocurre con nuestras palabras, (esas que acuñamos y lanzamos al mundo), una vez que hayamos desaparecido. Posiblemente nunca antes nos pertenecieron y sólo las tomamos prestadas durante un breve espacio en el tiempo, como ocurre con nuestros cuerpos.
Nunca tuve en cuenta que nuestra existencia es mucho más frágil y corta que cualquier palabra escrita.
Ernesto se muestra en su blog Testigo como el ser humano que fue, comparte sus gustos, aficiones, y deja explícita su sensibilidad que hoy ha inundado mi vista con sus paisajes.
Pensé en mi padre que seguro hubiera disfrutado con este maravilloso invento, y recordé como su perdida desencadenó en mí el sentimiento nuevo y extraño de apreciar cada mínimo elemento que le perteneció en vida. Esperando encontrar en él algo de ese ser que nos acompañó.
Su familia recibe sin duda una hermosa herencia emocional y la suerte de poder visitar este rincón siempre que lo deseen, donde su perfume permanece.
Su familia recibe sin duda una hermosa herencia emocional y la suerte de poder visitar este rincón siempre que lo deseen, donde su perfume permanece.
Aquí en este blog abierto al visitante nos sigue recibiendo un espíritu, un alma y curiosamente me sigue pareciendo que respira. En cada una de sus entradas habitan dos elementos imprescindibles para atrapar al lector, la sabiduría que atesora un amante de la cultura y la belleza nacida de una gran sensibilidad.
Me ha hecho reflexionar sobre la vida y la muerte y al cerrarlo tengo la sensación de haber salido de un lugar que ha vencido a la supervivencia, por eso lo he guardado en mis favoritos para "la eternidad".
Me subo de nuevo en esta barca y llego a una de mis espacios habituales, durante el trayecto no puedo apartar mi pensamiento de Ernesto y este nombre se mezcla con otros muchos nombres de personas que dejaron su huella en mi memoria y que ahora le acompañan.
Me detengo en casa de una buena amiga Dibujos, libros y otras hierbas y aquí encuentro la canción que necesitaba, la que me envuelve entre sus brazos y me lleva de nuevo hasta casa.
Esta visita me ha dado una nueva lección: Debemos seguir viajando, y saboreando nuestro paso por la vida, que está llena de tesoros aún por desenterrar y descubrir. Porque nuestro viaje, sirve de testimonio imprescindible para los que llegan.
Sin duda dejamos impresa nuestra alma en cada cosa que hacemos.
Sin duda dejamos impresa nuestra alma en cada cosa que hacemos.
Eva
Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotundas
obras que sean espejo
de armonía
A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras
que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo
La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay proyecto ni medida
José Emilio Pacheco
Premio Cervantes 2009
Te superas cada día.
ResponderEliminarEmocionante.
Gracias preciosa. Me alegra que compartas mis emociones.
EliminarTe quiero.
Es sin duda necesaria ciertas dosis de arte de navegación para guiar correctamente el barco. No es cierto que el viento nos lleve....solamente, se trata de pericia marinera. Desarrollas una inigualable. Hay otros por detrás tuyo que vamos siguiendo tu estela. Me quedo sobrecogido al leer Testigo
ResponderEliminarRecibo este comentario como un magnífico regalo y "lo guardo entre mis favoritos", considerando la capacidad y maestría de quién lo escribe.
EliminarMe entontece, me asombra, me recarga de estímulo y me crecen alas, por este orden.
Intento agradecer con palabras y no consigo encontrar las adecuadas para decir algo que el corazón no puede expresar.
Un fuerte abrazo.
Hermoso texto, Eva. Me has emocionado.
ResponderEliminarRecbir visitas como la tuya es una recompensa impagable. Yo no dejaré de pasarme por aquí.
Besos.
Gracias querida Ilona. Sabes que tu y yo coincidimos en muchos gustos, además de Silvio. así da gusto compartir.
EliminarPreciosa canción y preciosas palabras.
"Luz de día
Tengo que esperar el amanecer
Tengo que pensar en una nueva vida y
No tengo que rendirme
Cuando la madrugada se acerca
Esta noche será un recuerdo también
Y un nuevo día comenzará"