jueves, 8 de noviembre de 2012

Ojos de gato


"Toman al soñar las nobles actitudes de grandes esfinges alojadas al fondo de las soledades, 
que parecen adormecerse en un sueño sin fin."
Charles Baudelaire 1821-1867


Julius Adam 1826-1874




                       Los chinos ven la hora en los ojos de los gatos. Un día, un misionero, paseándose por las afueras de Nankín, se percató de que había olvidado su reloj y preguntó a un muchachito qué hora era.

    El chiquillo del Celeste Imperio dudó al principio; después, cambiando de opinión, respondió: “Voy a decírosla”. Unos instantes después reapareció llevando en brazos a un gatazo y viéndole, como se dice, a lo blanco de los ojos, afirmó sin dudar: “Aún no es pleno mediodía”. Lo que era verdad.
    
Para mí, si me inclino hacía la bella Felina, la bien nombrada, que es a la vez el honor de su sexo, el orgullo de mi corazón y el perfume de mi espíritu, ya sea de noche, ya sea de día, en plena luz o en la sombra opaca, en el fondo de sus ojos adorables veo siempre indistintamente la hora, siempre la misma, una hora vasta, solemne, grande como el espacio, sin división de minutos ni de segundos, una hora inmóvil que no está marcada en los relojes y, sin embargo, es ligera como un suspiro, rápida como una ojeada.

    Y si algún inoportuno viniera a molestarme mientras mi mirada reposa sobre ese delicioso cuadrante, si algún Genio impuro del contra-tiempo viniera a decirme: “¿Qué miras allí con tanto cuidado? ¿Qué buscas en los ojos de ese ser? ¿Ves la hora, mortal pródigo y holgazán?” Yo le respondería sin vacilar: “Si, veo la hora, y es la Eternidad”.
    ¿No es cierto, señora, que este es un madrigal verdaderamente meritorio y también tan enfático como usted misma?  En verdad he tenido tanto placer al abordar esta pretenciosa galantería que no le pido nada a cambio.

El reloj - Charles Baudelaire



De El Spleen de París. Trad. Margarita Michelana

2 comentarios:

  1. Precioso texto, gracias por compartirlo.

    Hay algo misterioso en la mirada de los animales, en particular de los gatos, pero especialmente en los ojitos de mi gatita Alma. No se si lo llamaría "eternidad". Me alegra al alma verla esperándome en la ventana o venir a recostarse a mi lado.

    Un abrazo, querida Eva

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He leido que lo que más aprecia un gato en el ser humano no es la capacidad de aportarle alimentos, que consideran sobreentendida, sino el valor que ella o él poseen como fuentes de entretenimiento.
      Los gatos son verdaderamente seres misteriosos.Yo no he convivido con ellos aunque uno de mis perros se comporta como si lo fuera, pero siento que sin nuestros animales de compañía, todo hogar es incompleto, y el alma pierde una bendición.
      Un abrazo, querida Clarissa.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...