Una luz existe en primavera
que no está presente en ningún período del resto del año:
cuando marzo apenas ha llegado.”
Emily Dickinson
Kazuo Oga |
Llega sin avisar cada tarde, a pesar de que las nubes y el viento de estos días se lo intentan impedir. Una luz increíble se filtra suavemente en casa. Viene anunciado la promesa del buen tiempo y la nueva estación que se acerca, como el frío en Invierno, o el sonido del viento cada Otoño.
Atraviesa cristales, despierta rincones dormidos, alegra plantas, abre de nuevo las flores que amo.
Su reflejo en los espejos de la casa aumenta ese brillo de plata líquida y me reencuentra con la vieja foto. Brillan nuevamente los tejuelos de los libros. El color de las flores dibujadas en la vajilla, muestran matices desconocidos. El arco iris me espera en las pequeñas copas de licor.
Siento una vez más esa punzada de emoción que surge cuando recuperas los recuerdos queridos. Miro de nuevo estos objetos olvidados que con la luz recién estrenada parecen despertar, me saludan y ejercen en mí, un poder de fascinación.
Nadie que ame la vida se puede sentir molesto con su presencia,
ni baja persianas cuando la ve aparecer, es emocionante, porqué nos da la medida exacta del prodigio.
Llega en silencio, me seduce para que abandone sin nostalgia las noches de invierno junto al fuego de la chimenea. Como es aún joven, sólo puede quedarse unas horas cada día. Me acompaña en la merienda, me cubre con una suave y cálida sensación. La recibo, dejo que se siente, que se alimente con el vapor y el aroma de este té y que descanse, mientras la observo y escribo estas palabras necesarias.
Cuando se va descubro que con un misterioso impulso es capaz de sacudir la pereza y despertar todo lo dormido.
Me prepara para los días que llegan.
Ha empezado otra vez a refrescar, pero yo me guardo en el bolsillo este trozo de sol y esta melodía, para mi sueño de esta noche,... y me quedo en silencio.
Eva
Su reflejo en los espejos de la casa aumenta ese brillo de plata líquida y me reencuentra con la vieja foto. Brillan nuevamente los tejuelos de los libros. El color de las flores dibujadas en la vajilla, muestran matices desconocidos. El arco iris me espera en las pequeñas copas de licor.
Siento una vez más esa punzada de emoción que surge cuando recuperas los recuerdos queridos. Miro de nuevo estos objetos olvidados que con la luz recién estrenada parecen despertar, me saludan y ejercen en mí, un poder de fascinación.
Nadie que ame la vida se puede sentir molesto con su presencia,
ni baja persianas cuando la ve aparecer, es emocionante, porqué nos da la medida exacta del prodigio.
Llega en silencio, me seduce para que abandone sin nostalgia las noches de invierno junto al fuego de la chimenea. Como es aún joven, sólo puede quedarse unas horas cada día. Me acompaña en la merienda, me cubre con una suave y cálida sensación. La recibo, dejo que se siente, que se alimente con el vapor y el aroma de este té y que descanse, mientras la observo y escribo estas palabras necesarias.
Cuando se va descubro que con un misterioso impulso es capaz de sacudir la pereza y despertar todo lo dormido.
Me prepara para los días que llegan.
Ha empezado otra vez a refrescar, pero yo me guardo en el bolsillo este trozo de sol y esta melodía, para mi sueño de esta noche,... y me quedo en silencio.
Eva
Antony & the Johnsons - Everglade
La luz de Levante lo transforma todo antes. A mi me llega a Madrid un poco más cansada. Se adivina que alguien la ha guardado en su bolsillo.
ResponderEliminarAcabo de encontrar la nueva dirección, y mi mente deja de inventar finales dramáticos.
EliminarNadie ha desaparecido, afortunadamente. Era tan sencillo como buscar la explicación en la última entrada.
¡precioso texto poético!
ResponderEliminarQué delicia, la primavera se acerca por tu casa, mientras nosotros ya estamos recibiendo las brisas de atoño.
Un abrazo, querida amiga
Creo que tienes razón, yo misma sin pretenderlo me he sorprendido del resultado "tan poético", me he dejado llevar por la belleza del momento. Debe de ser la llegada de la primavera despierta las musas dormidas. Y vosotros esperando el Otoño, igual de inspirador.
EliminarUn fuerte abrazo, querida amiga.