martes, 26 de marzo de 2013

Seductora introspección


En ocasiones, raramente, solía encenderse el salón al atardecer, y el sonido del piano llenaba la casa, acogiéndome cuando yo llegaba al pie de la escalera de mármol hueca y resonante, mientras el resplandor vago de la luz que se deslizaba allá arriba en la galería, me aparecía como un cuerpo impalpable, cálido y dorado, cuya alma fuese la música.

¿Era la música? ¿Era lo inusitado? Ambas sensaciones, la de la música y la de lo inusitado, se unían dejando en mí una huella que el tiempo no ha podido borrar. Entreví entonces la existencia de una realidad diferente de la percibida a diario, y ya oscuramente sentía cómo no bastaba a esa otra realidad el ser diferente, sino que algo alado y divino debía acompañarla y aureolarla, tal el nimbo trémulo que rodea un punto luminoso.

Así, en el sueño inconsciente del alma infantil, apareció ya el poder mágico que consuela de la vida, y desde entonces así lo veo flotar ante mis ojos: tal aquel resplandor vago que yo veía dibujarse en la oscuridad, sacudiendo con su ala palpitante las notas cristalinas y puras de la melodía.

Luis Cernuda (1902-1963) Ocnos.




   El invierno ha concluido, llegan las últimas horas de confidencias junto al calor, observando de cerca la extraña vida que se agita en una llama hipnótica. 




  Se agita como despidiéndose  de  tantos bellos momentos. Aquí donde el sol descansa, después de cada día.

Este último fuego parece no querer irse,... quizá por eso quema tan lentamente. 






  El frío va alejándose y las tardes vienen demasiado iluminadas para necesitar al atardecer los elementos imprescindibles, la llama y el sonido del crepitar . 





Fue la compañía del Invierno, el vínculo con el fuego, la vuelta hacia el origen ancestral, 
y un regreso cada día a la paz,  el resplandor capaz de devolverte a tu estado natural.




 Dispuestos  a celebrar esta Semana Santa que siempre viene acompañada de viento y tiempo desapacible, como despedida de los momentos junto al fuego y este último tronco.




Comienza por atrapar la mirada y termina por quemar cualquier ansiedad. 
Un viaje hacia la experiencia de la introspección.



Imágenes:Sam Uhrdin (1886-1964)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...