viernes, 18 de enero de 2013

La mejor juventud

Todo aquello que existe es hermoso...





Poca cosa le pido a una película para que llegue verdaderamente a cautivarme: Una buena historia que contenga muchos mensajes, una banda sonora acorde... , unos actores que transmitan con la mirada..., una fotografía que consiga recrear el ambiente adecuado. No demasiado.
 Cuando todos esos componentes se mezclan en la proporción exacta es como contemplar el cuadro "El círculo mágico" de John William Waterhouse,... se produce el hechizo,  y esa alquimia resultado de muchos ingredientes combinados con arte 
  se introducen dentro de uno mismo. 
No puedo ocultar que soy una apasionada  del cine, cuando una película me atrapa siento una satisfacción inmensa que conforta mi espíritu  algo parecido a lo que sentía de pequeña al escuchar un cuento. 
Por desgracia pocas veces una historia llega a envolver mis sentidos hasta emocionarme. Al contrario que ocurre con la lectura de un libro donde tu imaginación puede volar a su modo, en el cine el autor te propone adentrarte directamente en su sueño. 
Todavía recuerdo el día que vi esta película (que en realidad son dos), una noche calurosa de verano, era sábado, de esos días que a uno le apetece una cena agradable y una buena sesión de cine, y todo esto, (que no es poco), si llega a cumplirse se convierte casi en magia.
 La mejor juventud se convertiría hasta el día de hoy en mi película favorita, me llegó directa al corazón y los descubrimientos se comparten.
Pasé una noche despierta y emocionada, consciente de asistir al espectáculo de una joya del cine moderno, intima y familiar.


 Lo que comenzó como un argumento interesante, fue convirtiéndose en algo más profundo, incalificable me encontré frente a una historia bien construida, plagada de personajes reales, a los que ves crecer y cambiar, complejos, con carácter, únicos .
 Me mantuvo despierta hasta altas horas de la madrugada, riendo y llorando con ellos viviendo momentos alegres y otros dramáticos, esos  que a veces nos tocan vivir, en los que parece que nos  derrumben y después con el tiempo descubres que sirvieron para hacernos más fuertes. Uno de los aciertos de esta película es que existe una armonía entre las historias de los personajes y los acontecimientos históricos que van sucediendo en la evolución de Italia, desde las inundaciones de Florencia, las protestas estudiantiles en Turín, las Brigadas Rojas, el asesinato de Giovanni Falcone, incluso el Mundial de Fútbol del 82 ganado por este país. 
Con la consciencia de estar asistiendo a una clase magistral  de vida,  moviéndome sólo para beber, o encenderme un cigarrillo (cuando todavía fumaba), hasta el "Fine". 
Luego no pude dormir y durante un largo espacio de tiempo, me hizo reflexionar, pensar en el transcurso de la vida donde a pesar de las tristezas por pérdida de seres queridos, hay muchas otras cosas que nos acompañan. y alegran nuestro espíritu. 
 Una oda a la vida,  al amor y a los lazos familiares.
 Después de verla sientes unas irremediables ganas de disfrutar de la vida.
Si no la conocéis,  os la recomiendo, segura de que os regalo seis y horas intensas, y una noche tan inolvidable como la mía. dejaos empapar por su belleza y a ver qué pasa...





La canción de la película es "A chi" de Franco Leali, y esta es su preciosa letra:

¿A quién
sonreiré, si no a ti?
¿A quién
si tú, tú ya no estás aquí?

Ahora todo ha terminado,
ha terminado entre nosotros.
pero quizás algo de mi vida
se ha quedado en tus ojos.

¿A quién
yo hablaré, si no a ti?
¿A quién
contaré todos mis sueños?

Lo sabes, me has hecho daño
dejándome tan solo
pero no importa, yo te esperaré.

¿A quién
yo hablaré, si no a ti?
¿A quién
contaré todos mis sueños?

Lo sabes, me has hecho daño
dejándome tan solo,
Pero no importa, yo te esperaré.

Se acerca mi cumple queridos hermanos...

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